Si subes a la cabina, tomas el asiento, las azafatas comienzan a dar sus instrucciones, te abrochas el cinturón de seguridad, la luz se suaviza y el avión comienza a andar...pero tu ritmo cardícaco aumenta y la sudoración también, entonces sufres de aerofobia, que no es más que el miedo a viajar en avión.
Las estadísticas no mienten. El avión es el medio de transporte más seguro del mundo.
La aviación registra un accidente grave por cada 2,4 millones de vuelos. ¿Sabes cuántas probabilidades más hay de sufrir un percance en automóvil? En España uno de cada 356.357 trayectos termina en siniestro; y según la Organización Mundial de la Salud, 3.500 personas fallecen cada día en accidente de tráfico.
Estos datos no son baladíes. Se llega a ese nivel de baja accidentalidad gracias a una serie de pasos que se siguen milimétricamente cuando está previsto un despegue: para que el motor de la aeronave se ponga en marcha hay que respetar una serie de normas básicas. El equipo de técnicos, pilotos y tripulantes también realizan un importante seguimiento de todo tipo de procedimientos y medidas preventivas para el caso en que tenga lugar una incidencia.
En total, los aviones pasan por varias ITVs: una diaria antes del primer vuelo, otra que tiene lugar cada 100 horas de estar en el aire, otra cada 600 horas, una siguiente cada 18 meses y la llamada ‘Gran Parada’, cada cinco años o su equivalente, 30.000 horas de vuelo.
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Fuente: Rumbo