top of page

Son muchas las razones para viajar a Belice

De bucear entre rayas y tiburones nodriza en el Caribe a escalar pirámides mayas en mitad de la selva, pistas para descubrir el país centroamericano.

Unos fondos oceánicos increíbles y unas junglas que ocultan pirámides mayas mucho menos visitadas que las de los países vecinos. Todavía es un destino algo rústico, pero genial para los viajeros que quieran sentir que aún quedan rincones en el mundo por descubrir. Su barrera de coral es la segunda más grande del mundo, por detrás de la australiana, un auténtico paraíso submarino. Su jungla reúne una enorme red de parques nacionales y reservas naturales,, sus yacimientos mayas no tiene nada que envidiar a los mejicanos, los guatemaltecos o los hondureños, y la creciente industria turística ha desarrollado toda clase de propuestas de aventura en la naturaleza, que van desde lanzarse en tirolina a descubrir cuevas kilométricas.

El Gran Agujero Azul De La Costa De Belice

De forma circular y caracterizado por su rico color azul, tiene más de 300 metros de ancho y 125 metros de profundidad. Se encuentra en el centro de un atolón llamado Faro Reef, donde una isla de coral rodea las aguas poco profundas, de color turquesa claro de una laguna.

Los niveles de agua son tan superficiales que partes del anillo que rodean el sumidero azul oscuro son incluso conocidas para coronar la superficie durante la marea baja.

Cayo Ambergris

También llamada la Isla Bonita (por la famosa canción de Madonna), Cayo Ambergris es el destino vacacional paradisíaco por excelencia. Para muchos visitantes es la imagen perfecta de las vacaciones: muy relajadas, pero también divertidas. No hay mucho que hacer, cierto, pero ¿a quién le importa? Se puede bucear por el arrecife, recorrer en kayak la laguna o practicar windsurf por los estrechos; también es posible dejarse mimar en un spa o ponerse a prueba con una clase de yoga o, simplemente, echarse la siesta en un embarcadero. Al ponerse el sol se puede disfrutar de las cenas más deliciosas y de la noche más animada del país. La isla es larga y estrecha: 40 kilómetros de largo por ocho de ancho en su punto máximo, aunque la mayor parte no supera el kilómetro.

Jaguares en la jungla
Los que busquen algo diferente pueden escoger entre las zonas protegidas del país, como el parque nacional de Mayflower Bocawina o el Cokscomb Basin Wildlife Sanctuary. Con junglas, montañas, cascadas, pozas para nadar e incluso alguna pequeña ruina maya, una excursión por alguna de ellas garantiza la sensación de haber dejado atrás la civilización y el siglo XXI. Las reservas se comparten con sus moradores (aves, mamíferos, reptiles y monos aulladores negros). El parque de Mayflower Bocawina, accesible desde Hopkins o Dagriga, tiene de todo menos hordas de turistas, mientras que el Cockscomb Basin, de 518 hectáreas de extensión, es el santuario de jaguares más famoso de Belice. Cuenta con centro de visitantes, alojamiento y una buena red de rutas senderistas
Shark Ray Alley

En este popular destino solo se puede bucear con tubo. Hasta hace poco, solo los pescadores locales iban a Shark Ray Alley a limpiar la pesca del día y los desechos atraían a hambrientos tiburones nodriza y rayas de espina. Estos depredadores se acostumbraron a los barcos –acuden directos a ellos cuando aparecen–, que hoy llevan buceadores a bordo en lugar de pescadores. Se trata del principal destino de buceo con tubo de la reserva marina Hol Chan, una zona protegida de la barrera de coral de Belice que alberga una asombrosa diversidad de corales y otras criaturas marinas.

Los Mayas en Caracol

En el mayor asentamiento maya de Belice se puede pasear por una ciudad que, en su época tuvo el mismo peso político que Tikal y que para muchos es incluso más espectacular. Está envuelta por la jungla, cerca de la frontera con Guatemala, a unos 84 kilómetros al sur de San Ignacio. Su descubrimiento y excavación es relativamente reciente y cada año hay campañas arqueológicas que revelan nuevos detalles. Desde el centro de los templos, palacios, talleres de artesanos y mercados se puede sentir el poder y la gloria de la antigua Caracol. Con 42 metros de altura, el Caana (palacio de cielo) sigue siendo el edificio más alto de Belice.

Ver también:
bottom of page